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Domínguez Nieto reclama un presupuesto capaz de resolver las carencias de la formación, que inaugura ahora la temporada «Necesitamos con urgencia más plantilla y un lugar de ensayo digno»
Carlos Domínguez-Nieto (Madrid, 1972) encara desde este sábado la que será su segunda temporada al frente de la Orquesta de Córdoba. Desde 1995 ha dirigido formaciones de todo el mundo pero el proyecto cordobés, al que llegó el año pasado, le resulta «ilusionante» por la posibilidad de crecer al paso que lo hace la propia Orquesta. Para no ralentizar esa evolución, necesita de un presupuesto acorde a las necesidades de la entidad, que van desde el personal hasta los equipamientos. Con la promesa política del auditorio en un horizonte impreciso, reivindica una solución temporal para poder realizar los ensayos en una sala «digna».
¿Con qué filosofía arranca la nueva temporada?
Queremos continuar el camino iniciado el año pasado, que gustó mucho entre el público. Apostamos por un repertorio que combine obras clásicas con otras no tan conocidas. Cada concierto mira en una dirección distinta. Vamos a tener un homenaje a Leo Brouwer con el que celebramos su 80 cumpleaños y ya en 2020 celebraremos el 250 aniversario de Beethoven interpretando su gran obra coral, la «Misa solemnis» en re mayor, una obra difícil que se toca muy poco. También trabajaremos junto a la Escuela Superior de Arte Dramático sobre «La historia de un soldado» de Stravinsky, y con la Joven Orquesta de Córdoba en «Cuadros de una exposición». Teniendo en cuenta el éxito que tuvo el programa de zarzuela, repetiremos en mayo con un concierto titulado «El patio de los naranjos». Aparte, tendremos los tradicionales conciertos de Navidad, Año Nuevo y el Día de Andalucía, que este año contará con el pianista Mario Marzo como solista. Por supuesto seguiremos apostando por los conciertos familiares e infantiles y por la presencia de directores invitados, entre los que estarán Christoph König, Antoni Ros-Marbà, Virginia Martínez o el joven oboísta Lucas Macías.
¿Qué tipo de concierto es el más reclamado por el público fiel?
Lo que más interesa es la variedad. Por eso combinamos obras muy queridas con otras que se han tocado poco. Este año ya se han acercado abonados para felicitarnos por la programación y decirnos que no se van perder ni uno.
¿Saldrán del Gran Teatro para intentar captar a nuevos públicos?
Por supuesto seguiremos en los barrios, repetiremos en la Corredera y en el Festival de Patios y mantendremos los conciertos familiares en el Góngora. Saldremos a la provincia y vamos a hacer ópera tanto en Córdoba como en Jerez.
A la hora de ganarse a los públicos del futuro, los conciertos familiares y didácticos son de vital importancia. ¿Cómo reaccionan los niños?
Los niños salen encantados. Todos los conciertos están llenos, hay una gran demanda y sería una buena idea que hiciéramos más. Ellos lo agradecen. Cuando acaba la actuación siempre los saludamos y nos dicen lo que les ha gustado la experiencia.
Con suerte convencen a sus padres para que vayan también.
De hecho, muchos repiten. Les gusta tanto el concierto que vuelven a las funciones del fin de semana acompañados de sus papás y hermanos.
Ahora que la Orquesta ha salido del «peligro» es el momento de empezar a reivindicar. ¿Qué necesidades urgentes tiene la formación?
Principalmente son dos. La primera, un aumento de plantilla, que es muy reducida en la actualidad e incluso tiene vacantes por cubrir. Y no solo hablo de músicos, que también. Necesitamos más trabajadores en la oficina para gestionar toda la actividad de la Orquesta. La otra necesidad urgente es la sede. Necesitamos un auditorio, pero también un lugar digno para los ensayos mientras se construye. Y para eso hace falta más presupuesto y la implicación de las administraciones que forman parte del patronato, que son la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento.
En ocasiones han denunciado el agravio comparativo con respecto a otras orquestas.
Es que es muy injusto. La Orquesta de Córdoba siempre ha tenido sus números en verde. Las administraciones han apoyado con más dinero a las que no tenían buen rendimiento económico y me parece bien, pero sin olvidar al resto. Si no, parecerá que hay que llevar una mala gestión para recibir más financiación. Esa no puede ser la solución.
A nivel personal, ¿qué le aporta la Orquesta de Córdoba?
Es apasionante por el camino que queda por recorrer. Disfruto viendo cómo disfruta el público, pero además me da la posibilidad de hacer repertorio con la Orquesta y conocer nuevas obras con ellos.